En las estribaciones de la Sierra de Albayate comienzas un recorrido de 45 minutos que te llevará hasta la espectacular cascada del Salto del Caballo paseando en paralelo al río Caicena por una vereda de ganado que coincide con un antiguo camino de época romana. Tanto desde el Museo Histórico «Fuente Ribera», como del conocido como Puente de «La Veguilla», situado en la Ctra. Almedinilla a Brácana, parte el sendero, de 1,4 km de distancia que conduce hasta la cascada del «Salto del Caballo».
En su inicio te encuentras a los pies del tajo de las Llanás, formación geológica muy interesante correspondiente a una plataforma de travertino: roca sedimentaria de origen parcialmente biológico. Apreciarás muchas pequeñas cavidades, refugios de cernícalos prillas, grajos, búhos.. así como de humanos desde la prehistoria en lugares como la Cueva de los Barriguches ( en el corte lateral de las Llanás que mira hacia el núcleo de la localidad)
Este camino te hace pasar por las ruinas de los distintos molinos harineros (del siglo XIX) que movió la fuerza del río (de los cuales el existente en el Museo Histórico es un buen ejemplo), molinos de Torre o Cubo de los que hubo hasta 10 en todo el cauce del Caicena.
En el Molino del Cura (que serán las primeras ruinas que te encuentres) verás la chimenea de ladrillo que aún se conserva, y en la próxima Fuente del Piojo (cerca del río) podrás beber de un manantial que brota de una antigua mina de agua de origen romano-medieval horadando la roca de travertino (si lo haces además en la noche de San Juan, el 21 de Junio, la leyenda dice que rejuvenecerás).
Por el camino puedes contemplar la vegetación propia del bosque mediterráneo: encinas algún quejigo, olivos, almendros…arbustos como la retama, gayomba…o plantas como el tomillo, la lavanda, el marrubio, el poelo, el hinojo…(muchas de ellas con uso medicinal y culinario).
Más cerca del río el bosque de ribera te ofrece chopos, álamos, fresnos, almeces, sauces… refugio de multitud de pájaros ( mirlo, ruiseñor, verderón, jilguero…), ranas, sapos, culebras de escalera…, así como las huellas de los jabalíes en su búsqueda de tubérculos, gatos monteses, zorros… e insectos como el zapatero, el escarabajo pelotero, mantis, libélulas de agua…
Puedes disfrutar también de diferentes pozas y cascadas para el baño en el río, cascadas que tienen su expresión máxima en el Salto del Caballo. Por encima de esta cascada ( junto a la carretera) se documentó por el Museo Histórico de Almedinilla 5 tumbas de incineración. Gentes, que al igual que los íberos( de cuyo reflejo es magnífico el ejemplo el poblado del Cerro de la Cruz), debieron tener esta cascada como lugar sagrado poblado de ninfas: las diosas de las aguas.
Relájate y disfruta de los olores, los colores y el rumor del agua respetando el entorno sin ensuciarle y sin deteriorar cultivos de huerta.
¡¡Qué los dioses de las aguas: CRENEAS, PEGEAS Y NÁYADES, te acompañen!!