El río Caicena: desde aquí parten las acequias que riegan las fértiles huertas del término municipal, también se encuentra el principal manantial que abastece de agua potable a la población, en la zona del Museo Histórico- Arqueológico se levantaron los lavaderos públicos, y gracias a la torre de piedra que se pueden contemplar en el exterior, desde la que se precitaba el agua, hacía girar las ruedas del molino harinero de “torre” o “cubo”, al tiempo que se generaba electricidad allá por los años 20 del siglo pasado.
En este maravilloso lugar se podrá disfrutar de diversas rutas senderistas (como la que corre paralela al río hasta alcanzar la espectacular cascada del Salto del Caballo).