La Encantá 2022

9 de septiembre de 2022

Almedinilla celebra la Noche de San Juan con el pasacalles de los “Dácalos” y la representación de la leyenda de “La Encantá.

Las plazas del Ayuntamiento y Cuatro Caños y las calles Médico Almagro, Llana y Ramón Cajal de la localidad fueron alumbradas con velas en la noche más mágica del año.

La noche de San Juan, la más mágica y esperada del año en varios lugares de la geografía española, se celebraba anoche de manera muy especial en Almedinilla. Este municipio de la Subbética cordobesa, con motivo de sus fiestas patronales, se vuelca cada 23 de junio, con el pasacalles de “Los Dácalos” por las calles del pueblo e invocación a los cuatro elementos de la Naturaleza y la representación de la leyenda de la Encantá, una historia de amores imposibles con final trágico.

Pasadas las 22:00h, salía el pasacalles de las instalaciones del CEIP Rodríguez Vega, encabezado por la sacerdotisa y los representantes de los elementos de la Naturaleza, junto a una animada batucada y los Dácalos de Almedinilla. A lo largo del recorrido se realizaron unas espectaculares representaciones e invocaciones a los elementos Tierra, Fuego, Agua y Viento. Durante su recorrido el numeroso público asistente pudo contemplan el alumbrado con velas de la Plaza del Ayuntamiento, Plaza de los Cuatros Caños y de las calles Médico Almagro, Llana y Ramón y Cajal.

A continuación en la paraje de La Veguilla y cauce seco del río Caicena tenía lugar la representación de la leyenda de un amor imposible. Según cuentan nuestros antepasados cada año aparece en la orilla del río Caicena el espíritu de una joven mora que busca desesperadamente a su amado.

La leyenda se remonta a la época de la Bética árabe y narra el amor imposible entre una mora y un cristiano. La bella joven bajaba al río a lavar diariamente, y en una ocasión se encontró con un joven cristiano que quedó prendado de ella.

Enamorados, iniciaron un romance que no pudieron mantener en secreto, ya que los hermanos de ella descubrieron sus encuentros y dieron muerte a él. Cuando ella halló el cadáver de su amado se clavó uno de los palos que dejaron sus hermanos encontrando la muerte. Las ninfas del río cogieron su cuerpo yacente en las aguas del río, mientras que su espíritu escapaba para vivir el resto de sus días en una cueva cercana.

Desde que sucediera tal hecho, los lugareños comentan que cada noche de San Juan se ve a la joven bajando hasta la orilla del río con la esperanza de encontrarse con su amado.

 

Manuel Carrillo Castillo