El Jueves Santo deja estampas de recogimiento y esplendor por las calles de Almedinilla. La belleza de la Luna pascual o Luna rosa acompañó al Cristo del Amor y a la Virgen de los Dolores en su tradicional recorrido procesional.
La tarde noche del Jueves Santo en Almedinilla fue un fiel exponente de recogimiento y esplendor ya vivido en los días previos con los triduos en honor a Nuestro Padre Jesús Nazareno, a la Virgen de los Dolores e imposición de medallas a los nuevos cofrades.
Antes del desfile procesional del Silencio, se celebraban los Santos Oficios del día, a las 20.00h, con la celebración de la Cena del Señor y Lavatorio de los pies al grupo de jóvenes que están siendo catequizados para recibir el Sacramento de la Confirmación.
A las 22.00h se abrían las puertas de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista para que la Cruz de Guía y Ciriales anunciaran la salida de la Procesión del Silencio, conformada por los pasos del Cristo del Amor y de la Virgen de los Dolores.
Los penitentes, costaleras y grupo de tambores y bombos del Santísimo Cristo del Amor iban ataviados con túnicas negras y capuchones morados, alumbrando con antorchas y portando varios elementos del ajuar que atesora la Hermandad.
Este año el paso lucía con más belleza y esplendor, gracias a las seis cabezas labradas de los varales y al lijado y barnizado de las andas con tono similar a los cuatro ciriales con incrustaciones de plata, realizados en un taller de Priego de Córdoba. También pusieron su granito de arena el son del grupo de tambores y bombos junto al toque de la campana tubular a la salida del Crucificado, la belleza de la Luna Pascual y rincones del recorrido, el Pingorote y Torre de Reloj iluminados y fachadas adornadas de macetas del Calvario.
A continuación, era el paso de la Virgen de los Dolores, portada pos su cuadrilla de costaleros, que estrenaba Junta de Gobierno y Hermana Mayor, junto a la iniciativa de colocar tulipas a las velas para evitar la caída de la cera derretida a la vía pública la que centraba todas las miradas. Como viene siendo habitual, año tras año, los adornos florales del paso y la vestimenta de la Virgen rebosaban elegancia por doquier y las velas mostraban su rebeldía a apagarse ante el aire que aparecía por algunos tramos del recorrido, mientras que la Banda Municipal de Música tocaba un amplio repertorio de marchas procesionales. También esta Hermandad salía con sus hermanas cofrades ataviadas de túnicas negras y capas blancas.
A las 23.00h, se iniciaba la Hora Santa ante la Capilla-Monumento donde se reserva la hostia consagrada desde el Jueves Santo al Viernes Santo, en la Parroquia de San Juan Bautista, coordinada por la Adoración Nocturna de Almedinilla.
El momento más emotivo de la noche se producía a las 1.00h de la madrugada en la Plaza de la Iglesia, donde se producía el encuentro del Hijo en la Cruz con su Madre, mientras las marchas La Amargura, La Piedad y Perdónalos crearon un ambiente de oración y de mucha carga emotiva en medio de los aplausos y vivas de los cofrades y devotos que llenaban la mencionada plaza.
Manuel Carrillo Castillo