Situado a las espaldas del Museo Histórico de la localidad. Se trata de un manantial natural que brota entre las rocas, en el que se conservan los restos de una alcubilla de mampostería edificada para recoger las aguas del venero y encauzarlas en algún momento del pasado. Hoy día el agua no se canaliza y se incorpora en forma de regato al cercano río Almedinilla. Sin embargo, ha sido un manantial muy ligado a la historia de la población desde hace más de un siglo.

Abastece entre otras a la Fuente Ribera situada dentro del Museo Histórico.

Según Rafael Requerey, existen menciones sobre los intentos de aprovechamiento de este manantial desde 1882, año en que se intentó crear una conducción de agua desde el venero a la villa, coincidiendo con una época de prolongada sequía, pero el proyecto acabó echándose en olvido.

Fue retomado en los años 1924 y 1925, cuando el ayuntamiento ordena construir con el agua de este manantial tres fuentes Públicas en las calles de Plaza, Río y Espinarejo, pero parece que tampoco llegó a construirse en este momento la conducción. No será hasta 1940, una vez terminada la contienda civil, cuando se consume el acuerdo de abastecer a la población con el manantial de Ribera, proyecto que se irá consolidando en años posteriores con la creación de fuentes públicas en las calles Cerrillo y Calvario, el arroyo Barranquillo, plazuela del Reloj y plaza de Abastos

Ficha Manantial de Ribera

Fuente manantial de la Ribera