“Arqueología de lo jondo”, sincretismo de la vida
Sábado 25 de marzo, 9 de la noche en la casa de cultura… Fueron el día, hora y lugar señalado para poder disfrutar de un espectáculo demandado y deseado por los y las almedinillenses que finalmente a punto estuvieron de llenar el patio de butacas.
Alejandro Rodríguez al baile, Amparo Ramos al cante y José María Hinojosa al toque, formaban el equipo artístico para la demostración plástica y musical que desgranaba Antonio Manuel con su poesía. Una visión del flamenco como del andalucismo, sin purezas, sólo con la certeza de la mezcla de la tolerancia, la tradición y la evolución del tiempo que nos hace empaparnos de todo lo que hemos sido como pueblo, como cultura. Nadie puede negar que Andalucía es la cuna del flamenco. Esas son nuestras raíces, ligadas a lo andalusí, lo morisco, lo sefardí, lo gitano, lo americano y lo negro. Y de ahí el arte, el sentimiento, la alegría y el dolor que contienen los palos que pudimos disfrutar el pasado sábado en el patio de butacas de la Casa de Cultura de Almedinilla, fandangos, martinetes, peteneras, tarantos, tangos y cómo no bulerías. Con el filtro de la emoción, que es como hay que ver las cosas, se pudo olvidar cualquier otra apreciación, más accesorias, y eso ocurrió entre el público asistente al evento, que cerró los ojos para saborear un espectáculo de emoción que supo muy bien, y que dejó al respetable deseando una pronta vuelta de Antonio Manuel.
Se cerró la velada con la firma de alguno de los ejemplares que estaban a la venta en la entrada del patio de butacas, y que Antonio Manuel, tan amable y con tanta pasión como paciencia, dedicó individualizadamente a los asistentes que se lo solicitaron. Cinco de sus obras están disponibles para préstamo en nuestra biblioteca municipal con unas breves palabras del autor.